Aunque me encantan las paredes blancas esta casa me ha impactado porque todas sus paredes son de color, la mayoría negro o pizarra, y no se crea el efecto de empequeñecer las habitaciones sino todo lo contrario.
El salón en tonos grises, con muebles nórdicos como la mecedora Eames, la mesa cesta, o la estantería String y una mesa rústica de madera heredada a la que la propietaria le tiene especial cariño. La cocina con una pared de pizarra para poder anotar la lista de la compra o recordar una cita importante y el cuarto infantil de un color diferente al gris, un azul verdoso que aporta brillo.
¡Feliz semana!
¿Os gustan las paredes grises?
Anuncios